Muchas veces usted a escuchado decir a un futuro dueño de un perro: "Quiero la misma raza que la del perro de mi amigo. Tiene un temperamento maravilloso y hace toda clase de trucos", o "voy a tener un perro mestizo. Esos perros son mejores".
Aún con un potencial genético prometedor o las características del perfil que busca, del perro ideal, la clase de perro que será su cachorro dependerá en gran medida de la manera que usted lo sociabilice.
Las experiencias de un cachorro en su nuevo ambiente son factores claves en la formación de su personalidad y temperamento como adulto.
La socialización de un cachorro comienza con su madre y sus hermanitos y continúa mientras se hospeda en un nuevo hogar y, para el cachorro, en el ambiente extraño.
Los estudios de comportamiento muestran que un período clave de socialización para los cachorros hacia los humanos es de seis a ocho semanas.
Este es el lapso en que la madre habitualmente desteta a su cachorros.
El sistema nervioso del cachorro alcanza las capacidades estructurales y funcionales de un perro adulto.
El lapso de ocho semanas también es el tiempo en que normalmente un cachorro es colocado en un nuevo hogar.
Está preparado para aprender y allí debería comenzar una socialización intensiva.
Socializar a su cachorro significa dedicarle tiempo. Darle mucho afecto y atención. Acariciarlo y llamarlo por el nombre elegido. Presentarlo a sus vecinos, a los empleados de servicio y otras personas que vienen a casa periódicamente.